Bravo en el partido con Paraguay |
Después de ser prenda de garantías en el arco de la selección adulta, un portero sólido en donde nunca se tenía duda respecto a un posible error, ahora las veces que Bravo se pone los guantes, la fanaticada chilena tiembla cada vez que el balón está cerca del área.
Es que la enemistad de la hinchada chilena hacia el guardavalla ha crecido desde la derrota por 2-1 contra España, válido por el último partido de la fase de grupos del Mundial de Sudáfrica de 2010. Es difícil olvidar cuando Bravo salió muy lejos de su área para despejar el esférico, el cual por mala fortuna le cayó a David Villa, quien marcó la apertura de la cuenta.
La jugada se parece a lo sucedido en Medellín un 10 de octubre de 2009, cuando el oriundo de Viluco salió de su zona y tuvo un grueso error junto a Medel y a Vidal. Casi nada se habló de esto, ya que la “Roja” logró dar vuelta el marcador y venció por 4-2 a Colombia, lo que significó la clasificación después de doce años a un mundial de fútbol.
Pero los infortunios del exjugador de Colo Colo en la última Copa América -primero contra México y después contra Venezuela, el cual costó la eliminación de la escuadra nacional en cuartos de final, más los errores en las actuales clasificatorias, en donde le han marcado diez goles en cuatro partidos- sin lugar a dudas aumentan esta enemistad de la gente y especialistas hacia al meta de la Real Sociedad.
De poco nada sirve las grandes actuaciones que tuvo en el proceso de Marcelo Bielsa, quien lo nombró capitán después de la partida de Marcelo Salas. En ese periodo mantuvo su valla invicta durante más de 350 minutos, destacando, por ejemplo, el espléndido partido que jugó contra Uruguay en el Nacional, en donde tapó disparos increíbles. Y así tantos otros.
Lo importante es el presente. Así como él llegó a ser titular de la selección después de la mala actuación de Nelson Tapia en Brasil (derrota por 5-0 en eliminatorias para Alemania), ahora pareciera que se está solicitando lo mismo, que se dé lugar a otros porteros como Jhonny Herrera, Luis Marín o quien sea, en desmedro del capitán de la “Roja”.
El debate queda abierto para todo tipo de público. Lo cierto es que se sabe que el entrenador Claudio Borghi confía cien por ciento en él, por lo que el número uno de Chile será por un buen tiempo el mismo que es titular hace seis años, el mismo que jugó todos los partidos de las clasificatorias pasadas, el mismo que rindió de buena manera en el reciente encuentro con Paraguay, es decir, el mismo de antes y el que se espera que actúe como el mismo de siempre.
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