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lunes, 23 de enero de 2012

George Best, un campeón dentro y fuera de la cancha


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Si en un concurso de adivinanzas a usted le preguntan acerca de un espectacular futbolista que también fue conocido por sus hábitos de alcohol, lo más seguro que responderá, sin tener ninguna duda, que esa característica le corresponde a George Best.
George Best fue un notable jugador del balompié. Nacido en Irlanda del Norte, se destacó principalmente en el club en que muchos extranjeros quieren jugar en Inglaterra: el Manchester United. No cualquiera llega a los Red Devils y se trasforma en un ídolo de la institución.
En los más de diez años que vistió la casaquilla del United, Best convirtió más de 130 goles. Sus hinchas recordarán por una eternidad los seis tantos que le marcó al Northampton en la victoria de su equipo por 8-2. Además, el delantero ganó con los diablos rojos dos campeonatos de liga y una copa de Europa.
Tras una espectacular temporada en el año 1968, la revista France Football lo condecoró con el máximo premio que puede recibir un futbolista: el Balón de Oro.
Todos estos éxitos, al parecer, la “Bestia” lo celebraba al lado del alcohol, las drogas y las mujeres.
Su problema con el alcoholismo fue grave. En 1984 fue condenado a tres meses de prisión por conducir borracho. También, apareció en distintos programas de la televisión británica en donde se le vio en evidente estado de ebriedad.  Y así tantos otros episodios vergonzosos.
Best, además, fue conocido por sus célebres frases relacionadas con el alcohol:
  • “He dejado de beber, pero sólo cuando duermo”.
  • “En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores veinte minutos de mi vida”.
  • “Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía”.
  • “No me llega ni a los cordones de la botella”, (sobre Paul Gascoigne).
George Best murió a los 59 años de edad un 25 de noviembre de 2005, debido a una infección pulmonar. Cinco días antes el diario News of the World publicó una fotografía en donde Best aparecía internado con un mensaje claro: “Don’t die like me” (“No muera como yo”). George Best sin duda fue un gran jugador, un campeón dentro y fuera de la cancha.

Fuente: Cuántos Fueron